La Conquista de Coiba

​La historia humana de Coiba está marcada por hechos lamentables en su mayor parte, y ha sido dividida en cuatro periodos importantes. Estos son:

• El precolombino o prehispánico.
• El hispánico.
• El de la colonia penal.
• Y su actual período como Parque Nacional.

A principios del siglo XVI Isla Coiba era habitada por indígenas que tenían como una de sus cualidades el ser excelentes navegadores. Sus principales actividades de subsistencia eran la agricultura y la caza. Estos nativos habitaron la isla entre 250 y 1500 años después de Cristo. Su dialecto fue el Guaymí.
Luego, en el siglo XVI, es cuando llega al istmo el español Pedrarias Dávila, designado por la corona española como Gobernador. Él comenzó a explorar el interior del territorio panameño y tomar el control del mismo. Como era de esperarse, hubo resistencia. Las poblaciones indígenas defendían su libertad y su soberanía.
Los españoles raptaron a esposas e hijas de caciques. Los caciques pagaron con oro para su recuperación; sin embargo, los españoles no respetaron ningún acuerdo.
Es entonces, en 1516 que Bartolomé Hurtado llega a Coiba. Hurtado había acompañado a Vasco Núñez de Balboa en su travesía al mar del sur. Pedrarias sabía que Bartolomé no dudaría en acatar sus órdenes.
Resultó que algunos grupos indígenas en el interior del país habían sido capaces de acabar con tropas españolas. Es por eso que Hurtado y sus hombres llegaron a la Isla con sed de venganza. Encontraron una significativa población indígena, vestidos con chalecos hechos de algodón y lanzas hechas con dientes de tiburones. Aún así, el resultado final fue una masacre de las poblaciones autóctonas y la conquista por parte de los españoles. Aquellos indígenas que corrieron con “la suerte” de permanecer con vida fueron enviados a las minas de oro del Darién.
Sin duda alguna, podemos quedar hipnotizados por la belleza natural de Coiba y olvidar por momentos el hecho de que ha sido un lugar muy importante en la historia de la sociedad panameña. 
-Máhnuee Trejos

Isla Coiba, Foto: Alexandra Estévez