A sus 81 años Reginald ‘Reggie’ Johnson fue homenajeado en este décimo séptimo Panamá Jazz Festival que tuvo como sede principal la Ciudad del Saber, antigua base militar de Clayton. Interesantemente su pasión por la música inició a sus 17 años cuando bailaba con su hermana en ‘floor shows’, pero todo cambió cuando escuchó música de Louis Jordan y escoje el saxofón alto como el instrumento que, además de toda su trayectoria y talento, lo pone en el pedestal de la música. A simple vista Reggie es un hombre que transmite alegría y mucha calidez, características que también se nota en las presentaciones que pude ver en el festival. Hombre de pocas palabras ante el público que lo escucha, pero elocuente cuando toca su saxofón. Esto y más fue lo que se vivió en cada presentación del Panamá Jazz Festival con muchos otros artistas que están a la altura de Reggie. Un popurrí de talentos que comparten esa pasión por la música. Muy temprano en la mañana, durante 5 días de clínicas, los voluntarios tenían todo muy bien organizado en los distintos edificios donde se dictaban los talleres, charlas, y tertulias acerca de temas interesantes como: latin soul, finanzas para músicos, anatomía de una melodía, pedagogía musical, musicoterapia, composición, un viaje a través de los tambores africanos, cuenta cuentos musicales, y uno que en lo particular a mí me encantó que fue un simposio de las expresiones musicales, artísticas, y culturales de los afro descendientes en Panamá moderado por el Profesor Gerardo Maloney. Entre las palabras que pude escuchar personalmente de Danilo, el primer día, hay que destacar el arduo trabajo que hace con todo su equipo de la fundación, con el Berklee College of Music, pero que hay que unir más esfuerzos para que esto sea sostenible y perdurable. Pero más allá de los esfuerzos lo bueno es que esto no es de una sola persona sino de Panamá y acerca de Panamá. El último día pude encontrarme con el Ministro de Cultura Carlos Aguilar y me confesó que tenía sentimientos encontrados. Me compartió acerca de la alegría que trae la culminación de un año más del Panamá Jazz Festival pero la tristeza de que se acabe temporalmente esta gran celebración. Me dijo: - Debería durar todo el año… un evento como éste siembra las raíces de un país diferente - y exhortó a la empresa privada para que apoye más. En cuanto a su cartera como Ministro se comprometió que este festival tendría mucho más apoyo en los años venideros. Yo fui al primer festival de Jazz cuando se dio homenaje a Luis Russell; se hacía en el Casco Antiguo y he ido a muchos otros. Puedo decir que desde entonces el panameño que asiste, recibe una infusión de esa esencia que nos caracteriza como panameños, nuestra identidad se aclara y se refuerza por medio del jazz y de sus artistas. Además, el viajero que nos visita por este magno evento, sin duda, queda contagiado de Panamá y conectado a Panamá, es por eso que este festival ha trascendido y seguirá trascendiendo. Felicidades al Panamá Jazz Festival.
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May 2024
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